domingo, 11 de octubre de 2009

La aventura de ser maestro























A continuación menciono algunos puntos importantes de la ponencia presentada en las XXXI Jornadas de Centros Educativos, escrita por José M. Esteve de la Universidad de Málaga:


En ocasiones el programa de la materia está mal diseñado y es válido adaptarlo a las condiciones de cada grupo, puesto que las culturas predecesoras son en ocasiones muy marcadas.



Sabemos que muchos alumnos están en la escuela por decisión de sus padres, por lo que es tarea nuestra asociar los contenidos con temas de su interés para despertarles esa curiosidad por investigar, analizar y crearse un concepto propio.


Esa forma de hacer conciencia en los demás es parte del lado humanista que debemos desarrollar más.



Pensando que es lo mejor que podemos hacer, nosotros tratamos de seguir un patrón de un profesor ideal; sin embargo, no nos damos cuenta de que tratamos de copiar un papel a manera forzada sin que busquemos cómo crear esa identidad que nos va a caracterizar.


Quien no indaga los conocimientos o ideas previas de los alumnos, está simplemente saturándolo de tanta información que le es imposible al alumno entenderla; hay que buscar los canales adecuados para llegar a nuestros alumnos y que ellos lleguen a nosotros.


No se trata ni de humillar ni de imponer, sino de hacerle ver al alumno que a final de cuentas él va  a ser quien aplique en su medio ambiente esos conocimientos que se está perdiendo a causa de un desatención en la clase. Respondernos: ¿Qué cosas les interesan a ellos? ¿Cómo puedo adaptar esas cosas a la materia?


No caer en el egoísmo, sino preocuparnos aun más por aprender primero nosotros para después llegar al aula y darles a los alumnos temas novedosos, de interés no sólo personal, sino del país o incluso del mundo, los cuales les van a ser de gran utilidad y no terminarán quedándose en un baúl de libretas de la preparatoria o en el peor de los casos en el basurero.

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